Heredero de tradición

El nuevo Eurocargo es el digno heredero de una serie de modelos que han hecho historia en el segmento de la gama media, que se remonta a los tiempos previos a la fundación de Iveco. Partiendo de la OM de Brescia, con el Lupetto y el Leoncino, y de Fiat con la serie 600. El listado de éxitos es notable y son testimonio todos los vehículos que hemos visto cotidianamente trabajando en la ciudad y en el campo en todos estos años.
El primero de todos fue el Lupetto, que en los años 60 inició el transporte de mercancías en una Italia aún agrícola, pero que ya había iniciado el camino hacia la industrialización y la modernidad.

Es precisamente el Lupetto, lanzado en 1959, el que marca la entrada de Italia en el boom económico, para pasarle después el testigo, al final de los años 70, a la gama Zeta.

Un proyecto innovador para aquellos tiempos fue la Gama Z, lanzada en 1977 para satisfacer todas las necesidades de transporte ligero y medio ligero de 2,5 a 6,5 toneladas.
Las formas redondeadas del Lupetto dejan posteriormente paso a aquellas cuadradas y más modernas de la Gama Zeta.

La evolución de este segmento se lleva a cabo con la introducción del motor turbo en 1987: nace de este modo la gama TurboZeta, cuyo reclamo publicitario dice: “TurboZeta. El mejor, mejorado”.

Pocos años más tarde llega el EuroCargo: es el año 1991 y el nuevo vehículo representa una verdadera revolución. La calidad y la gran estandarización de los componentes hacen posibles más de 500 versiones, capaces de afrontar cualquier misión de transporte.

En 1992, el EuroCargo gana el premio “Truck of the Year”, el primero de los numerosos reconocimientos otorgados por la prensa del sector.

En 2003, llega la remodelación que lo presenta con la forma y el logotipo con los que lo conocemos actualmente: Eurocargo.

Estos son los antecedentes del nuevo Eurocargo, un vehículo que ha ganado más premios que ningún otro camión en la historia.