La turbina controlada por la válvula waste-gate proporciona, ya en regimenes bajos, una elevada presión de alimentación, optimizando así el par y el consumo. Sin embargo, es necesario limitar la presión de alimentación para proteger mecánicamente el motor y la turbina.
El sistema waste-gate permite mantener constante la presión en la turbina facilitando, en ciertas condiciones, una salida gradual de los gases. Es la propia presión de los gases la que, una vez que alcanza determinados niveles, abre una válvula hacia el colector de escape.
De este modo, se permite desviar los propios gases antes de que impacten en la turbina.